Un ritmo en las cosas (Presentación)


Texto que escribió y leyó Marie Gouiric  en la presentación del libro
 

La poesía de Maga es un regalo. Es decir, Maga, tu poesía es un regalo. Ella lo asegura así: yo te regalo una parte de mí que no conozco. ¿Cuál es esa parte? ¿El olor a cebolla en las manos de una madre, un padre que ya no quería vivir, un patio, una mudanza, un perro en el ropero, una autopista iluminada? ¿un perro rodeado de moscas? ¿Amantes fumando desnudos en el balcón? ¿El ritual de los enamorados entrando las toallas del tendal por si llueve? Tal vez un soplo en el corazón, un pulover de feria. No puede saberse todo y tu escritura, sutil y delicada, lo sabe. Le has limado las puntas suavemente a las palabras, para cuidarnos de su filo a quienes leemos y a quienes somos escritos. 


Despliega con sumo cuidado, porque como bien profesa hay cosas que no se pueden decir, una memoria de cosas guardadas en una caja que se quieren olvidar. Es decir, nombra para olvidar y en ese nombrar para olvidar construye la memoria, la nostalgia y el tiempo. Ella dice sobre el tiempo que todo lo erosiona de manera caprichosa, y yo me pregunto después de leerte, ¿la nostalgia y la memoria no lo hacen también? Por eso es bien olvidar y por eso es mejor escribir. 


En realidad, no es que construye la memoria, la nostalgia y el tiempo, sino que los usa, son los materiales de esta poesía. Intenta abrir el tiempo del cuerpo muerto del amor como lo hizo alguna vez con un sapo esa niña, que fue Maga quien escribe, para estudiarlo, comprenderlo mirarlo desde ese adentro desde el que prefiere mirar, aunque tenga un clima indominable. 


¿Y al cuerpo moribundo que le hace? En estos poemas se le inventan remedios y curas, se lo guarda en una caja de zapatos y se espera que en la mañana alguien nos dé la ilusión que recuperado se incorporó al mundo y se fue sin dejar rastros de agradecimiento ni despedida. Aunque duela la partida, esa ilusión lo es todo. Hay un momento entre el amor y el desamor, el encuentro y la despedida. Instantes precisos entre ambos en que son lo mismo, y pueden verse en las hojas que caen de los árboles en las ventanas, debajo de las piedras, en unas vacaciones, en el fondo de un colectivo. Nombra el amor como su gesto político porque el amor qué es sino saber que la vida depende de un otro. Es decir, de todos depende un otro. Mejor dicho, de mí depende un otro. Pero ¿quién es ese otro? Aún no saben estos poemas, por eso espero que Maga siga escribiendo y tal verdad sea develada para un próximo libro, porque la verdad es hermosa y los libros también y la mentira sostiene asimetrías, así dice y le creo. Porque si para las niñas existe la suerte del peinado, para ser abrazadas y acariciadas por sus madres, tal vez para nosotres exista este ritmo en las cosas que has escrito, Maga, para con su caricia darnos eso que nosotres también necesitamos sentir, en este mundo donde las cosas se rompen y se astillan y ya nunca más pueden ser reparadas. 

Necesitamos sentir que somos parte de algo más grande y vos escribiste este libro para eso. 


Gracias.