Hay en el pez
que nada una voz con la que identificarse, versos sencillos y efectivos. Nada
pomposo o sobrecargado por el contrario hay una serie de poemas breves que van armado una
sonoridad, una musicalidad suave y propia; una suerte de letanía que nos trasporta
y nos lleva de la mano por todo el poemario.
Poemas limpios y
de verso libre que no caen en lo narrativo, sino que por el contario hacen de
la economía de palabras su baluarte. Es en esa barricada que el libro de Güerri
se hace fuerte y resiste los embates de tanto poemario contemporáneo que anda
contando mas o menos lo mismo, pero de distinta manera. El libro contiene guiños
generacionales para aquellos que transitaron su infancia o adolescencia en algún espacio indeterminado de los ochenta – noventa; pero ese juego, ese gesto, ese pequeño
rasgo de ADN no es el común denominador que prevalece en el poemario. También podemos encontrar que hay poemas sobre
la muerte, sobre el amor, poemas que reclaman, protestan e inventan pero todos
ello funcionan como pequeños acordes disonantes en su belleza que nos van a ir
marcando el tempo del libro para devolvernos a sus melodía más lucida: Lo breve,
el silencio que reina en aquello que apenas debe nombrarse para ser. "Algo imperceptible y
constante que fluye en nuestro destino…"
Entender que en un poema y en una tarde que se escapa fugazmente uno es dueño de algo por un segundo, dueño de una emoción, de una respuesta, de un momento que fugaz e impreciso nos define. Entender que se siente como si se pudieran alcanzar todas los secretos, tener la certeza de que se es parte de una sensación que no necesita de las palabras y sin embargo tratar de capturar el instante con poemas como “la vida es así”, “cine argentino”; borronear el momento con versos donde "...menos es menos..." "...y el amor persiste..." tener esa lucidez , identificarla y ofrecérnosla. Hay que aprovechar esto que nos regala Alejandro porque no siempre ocurre que un poeta o un poema pude materializar lo intangible. Es en este gesto solidario de Güerri donde el poemario alcanza su pico de luminosidad para el lector.
Quedan algunas
palabras para agradecer la nota editorial del final en donde se nos señala que
algunos poemas pertenecen a un microlibro llamado Oriental editado en 2010. Le
evitaron a este editor todo un párrafo donde pensaba señalar una preferencia asiática
en varios poemas, yo quizás los hubiera agrupado todos (junto a los samuráis) en una apartado bajo ese
nombre “Oriental” o banda oriental pero aquí ya estoy ejerciendo la deformación
profesional. Lo único cierto es que “el pez que nada” no alcanza los límites
que busca en el nado pero modifica los propios constantemente mediante la
poesía.
Cine Argentino
Yo no digo nada, Irene,
y no te creas
que me resulta fácil.
Trabajo mucho
para llegar a esta síntesis.
📗
Libro: el pez que nada
Poeta: Alejandro Güerri
Editorial: Añosluz editora
Año de publicación: 2018