“Te amo te odio dame más” Extensión del cuerpo, el 2do libro de Tomás Litta juega (al igual que Charly en Peperina) con la sensación del goce, pero el goce desde la pulsión del dolor.
El amigx Lacan hablaría de el
orden del forzamiento ya que en el orden cotidiano el goce y el placer están aparejados
y se usan como sinónimos, pero para psicoanálisis no lo son. El placer es “la
menor excitación, lo que hace desaparecer la tensión, la atempera más” y el
goce es siempre del orden de la tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de
la hazaña. Incontestablemente hay goce en el nivel donde comienza a aparecer el
dolor, y sabemos que es sólo a ese nivel del dolor que puede experimentarse
toda una dimensión del organismo que de otro modo aparece velada (...) Este
cuerpo no se caracteriza simplemente por la dimensión de la extensión: un
cuerpo es algo que está hecho para gozar, gozar de sí mismo”.
Los poemas que recorren Extensión del cuerpo son
goce, puro y sencillo goce.
Hay dolor y solamente mediante ese dolor comprendemos
el libro y su goce. Una ruptura desde el primer poema, una caída desde el
primer poema.
La noche
la llegada del invierno
el rugir de mi estómago
la estufa rota
de nuestra habitación.
Todo de repente
se hundió en el silencio
cuando hiciste la pregunta
que yo no quería escuchar.
La tensión y el sexo entre dos que ya no son uno.
Cruzamos
nuestras lenguas
sabiendo que
una caricia
no es suficiente
para saciar un vacío.
Vos y yo, cómplices
de una misma infamia
celebramos el fin
de todas las cosas
mientras la vibración
de las paredes
nos recuerda
que la primera
incertidumbre
es un camino
de ida.
El orden del forzamiento, la búsqueda del dolor y del
goce se van sucediendo en el poemario de Litta.
Mientras el silencio
se come todas las paredes
vos y yo vamos
de la cama al corazón
arrastrando
como todas las noches,
el ritmo inútil
de esta revancha
que sabemos
no lleva a ningún lado.
Y la certeza de Tomás del Yo lirico de estar
transitando una relación que ambos saben terminada y el goce de ese dolor
encarnado en sexo animal
"La única certeza:
el sabor a polvo en la boca
de la guerra que peleamos.
Y una verdad que se va acercando poco a poco
"Construir un refugio
donde entren
nuestros cuerpos
hundirnos en un abrazo
inocente
creer que podemos
salvarnos
de todo esto.
Hay en los poemas de Tomy un trabajo y un camino tan
genuino, tan cercano. ¿Quién no vio venir el final alguna vez y lo estiro es
pos del goce? Tomás nos marca ese sendero, lo construye y lo recorre con
nosotros. Nos toma la mano y nos dice esto es así. Yo estuve acá, vos vas a
estar acá y no hay manera de alejarte cuando sucede. No hay consejos de amigos,
ni familiares. Es un camino adictivo que hay que recorrer y tratar de que sea
lo más corto posible.
¿Y después de la tormenta anunciada? El duelo ¿Qué más?
Y más dolor y más goce pero ahora no en forma de algo que se rompe sino en el
recuerdo de lo que tuvimos y ya no esta.
Es e cierta medida como hacerse una herida dejar que
cicatrice y cuando la cascara de la nueva piel está formada arrancársela y comenzar
todo nuevamente.
¿Cuánto dura? ¿Dónde termina? En el caso de Extensión
del cuerpo con un poema largo de amigxs. Tomás ha escrito un mapa del goce, una
ruta del dolor y es que finalmente es como dice Charly y no Lacan “Gozar, es
tan necesario, mi amor. Gozar, es tan diferente al dolor”